El sector de las baterías se está convirtiendo en un elemento clave de la transición energética. Sin embargo, el reglamento vigente no está adaptada para promover el crecimiento y adaptación a las nuevas necesidades del sector. Por ello el pasado 17 de marzo el Consejo Europeo adoptó la propuesta de modernización del marco normativo, derogando la Directiva 2006/66/CE y modificando el Reglamento comunitario 2019/1020.
La nueva legislación tiene como propósito general promover el desarrollo de cadenas de producción de baterías sostenibles y seguras. La normativa aborda tres áreas clave para cumplir este objetivo:
Impulsar el mercado europeo, proporcionando incentivos y subvenciones para reforzar el atractivo económico de la UE. Promoviendo así la innovación y el desarrollo del sector.
Desarrollar una economía circular y reducir la dependencia a terceros del suministro de materias primas en la UE.
Reducir los impactos sociales y medioambientales del sector a través de un marco de debida diligencia obligatoria.
Además, el alcance de la nueva legislación se ha ampliado a módulos de baterías prefabricadas y a todas las baterías usadas en vehículos eléctricos. La propuesta también otorga el derecho de iniciativa propia a aquellos Estados miembros que deseen restringir el uso de sustancias químicas peligrosas en las cadenas de producción del sector.
El Parlamento Europeo y el Consejo están en este momento en proceso de iniciación de negociaciones, con el propósito de avanzar hacia un acuerdo sobre el texto final de la normativa. Ambas partes tienen como objetivo adoptar la normativa este año, preferiblemente antes del mes de julio, para que el nuevo marco normativo se aplique a principios de 2027.
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